Primavera 2022

Tú también cargarás con el dolor
de todas las flores;
la primavera que titubea
persuadida en tus dedos.

En un sueño tu rostro palpité.
Mas te postergo,
Sol en mi aposento — claridad,
con el fin de deshacerme de ti 
en esta vida y la que sigue.

Torso de colibrí —
esclarecí la permanencia en tus alas.
Mis labios, florecidos, en cambio oscilan
como dos astros que se distinguen.

No quieras verte en estos ojos —
jacinto al fin, opulento en el vacío.
No quieras verte en este espejo —
ángel de mis anhelos,
te besé en el desencuentro.

Tú también cargarás con el dolor
de todas las flores;
la primavera que caducó
persuadida en tu donaire.

…y estás letras son para un hombre que su nombre significa rey en Gerar.

Estoy cansado

Estoy cansado.
Sólo necesito descansar un rato.
He estado caminando por tanto tiempo
que no puedo arrastra otro paso.

Estoy cansado.
Déjame descansar aquí en la sombra,
déjame cerrar los ojos un rato
en esta umbría nube hecha de tormenta.

Estoy cansado.
He estado tanto tiempo en este camino
que necesito despejar mi mente
y dejar esta carga pesada.

Estoy cansado.
Y tan lejos de casa
que me siento extraño en esta tierra
de melancolía y añoranza.

Estoy cansado.
Por favor no me pidas que siga adelante.
Sólo déjame repetirlo esta noche
y en la mañana me iré.

Fugacidad

Soy quien siempre merodea
el nido de mis desvelos.
Soy quien camina por los sueños
de otro mundo paralelo.
Un mundo donde el oxígeno que respiro
está limpio de tu veneno
y donde mi nombre se traspapela
entre páginas de ayer en tonos sepia.
Soy quien siente su presencia
en el olvido de su existencia.

¿Ayer voy o vine mañana?

¡Puerto Rico despertó!

img_3606Puerto Rico, Patria mía,
la de los blancos almenares,
la de los verdes palmares,
la de la extensa bahía:

¡Qué hermosa estás en las brumas
del mar que tu playa azota,
como una blanca gaviota
dormida entre las espumas!

En vano, patria, sin calma,
muy lejos de ti suspiro:
yo siempre, siempre te miro
con los ojos de mi alma:

img_3603En vano me trajo Dios
a un suelo extraño y distante:
en vano está el mar de adelante
interpuesto entre los dos:

En vano se alzan los montes
con su manto de neblina:
en vano pardas colinas
me cierran los horizontes:

con un cariño profundo
en ti la mirada fijo:
¡para el amor de tu hijo
no hay distancia en el mundo!

img_3607Y brota a mi deseo
como espléndido miraje,
ornada con el ropaje
del amor con que te veo.

Te miro, si, placentera
de la Isla separada,
como una barquilla anclada
muy cerca de la ribera.

Do el viento sobre las olas
te lleva en son lastimero,
del errante marinero
las sentidas barcarolas;

img_3602Y céfiros voladores
que bajan de tus montañas,
los murmullos de tus cañas,
los perfumes de tus flores.

El mar te guarda, te encierra
en un círculo anchuroso,
y es que el mar está celoso
del cariño de la tierra;

Y yo, patria, que te quiero,
yo que por tu amor deliro,
que lejos de ti suspiro,
que lejos de ti me muero.

img_3617Tengo celos del que mira
tus alboradas serenas,
del que pisa tus arenas,
del que tu aliento respira.

Tu das vida a la doncella
que inspira mi frenesí,
a ella la quiero por ti,
y a ti te quiero por ella.

Ella es la perla brillante,
en tus entrañas formada,
tú, la concha nacarada
que guarda la perla amante.

img_3631Es paloma, que en la loma
lanza su arrullo sentido,
y tu, patria, eres el nido
donde duerme la paloma:

Si yo te vi indiferente,
si mi amor no te decía,
¡ay patria, yo no sabía
lo que es el llorar ausente!

img_3618Mas hoy que te ven mis ojos
de tu mar entre las brumas,
como una ciudad de espuma
forjada por mis antojos:

Hoy que ya sé lo que vales,
hija del sol y del viento,
que helare mi sangre siento
con las brisas invernales;

Hoy diera, en la tierra hispana,
el oro que el mundo encierra,
por un puño de tierra
de mi tierra Borincana.

img_3632

No hay sustantivo ni adjetivo en ningún idioma que exprese lo que mi corazón sintió este día.

Mar Caribe – Gabriela Mistral

La cuestión colonial puertorriqueña y con un plebiscito en los hombros, llega a mí un poema que la nobel chilena Gabriela Mistral escribió, dedicado al poeta nacionalista puertorriqueño Evaristo Ribera Chevermont y que muy probablemente el noventa por ciento de los puertorriqueños desconozca. Aquí dejo el mismo.

 MAR CARIBE

A Evaristo Ribera Chevermont

Isla de Puerto Rico,
isla de palmas,
apenas cuerpo, apenas,
como la Santa,
apenas posadura
sobre las aguas;
del millar de palmeras
como más alta,
y en las dos mil colinas
como llamada.

La que como María
funde al nombrarla
y que, como paloma,
vuela nombrada.

Isla en amaneceres
de mí gozada,
sin cuerpo acongojado,
trémula de alma;
de sus constelaciones
amamantada,
en la siesta de fuego
punzada de hablas,
y otra vez en el alba,
adoncellada.

Isla en caña y cafés
apasionada;
tan dulce de decir
como una infancia;
bendita de cantar
como un ¡hosanna!
sirena sin canción
sobre las aguas,
ofendida de mar
en marejada:
¡Cordelia de las olas,
Cordelia amarga!

Seas salvada como
la corza blanca
y como el llama nuevo
del Pachacámac,
y como el huevo de oro
de la nidada,
y como la Ifigenia,
viva en la llama.

Te salven los Arcángeles
de nuestra raza:
Miguel castigador,
Rafael que marcha,
y Gabriel que conduce
la hora colmada.

Antes que en mí se acaben
marcha y mirada;
antes de que mi carne
sea una fábula
y antes que mis rodillas
vuelen en ráfagas…

Día de la liberación de Filipinas.

Atelofobia

La primera vez que me enamoré quizá tenía dieciocho-
fueron sus manos,
como las alas de un ruiseñor,
usaba botas color café y una inmensa sonrisa,
hicieron de mi corazón su amuleto.

La primera vez fue en una habitación cercana a la mía-
mi mundo estaba de estreno en mil colores,
pero la guerra siempre llega,
muchos cuerpos compartidos se desmoronaron como Gomorra.
La añoranza causó anorexia, ansiedad, paranoia
y una tumba para mi inocencia se excavó.

Estaba encendido,
Me convertí en piedra.

La segunda vez ya era adulto-
me lancé sin pensarlo a sus brazos tiranos.
Su corazón era una tempestad,
y me gustó la forma en que me miró
cuando estaba en su cima.

La segunda vez fui más apasionado-
mi corazón cada vez más apretado en su tormenta,
vaciló entre el masoquismo y la perversión,
ahora era rabia, ira y resentimiento lo que enterraba.
Ojalá supiera entonces lo que sé ahora.

Mi corazón se agrietó,
mis huesos se oxidaron.

La tercera vez estaba cansado-
me envolví alrededor de él esperanzado,
otra vez la atelofobia se esparció.
Y dejé que la idea de amor secara
después de un tiempo.

Lo intenté,
Y estoy feliz de que no fuera suficiente.

Martes de Tennyson

La Sirena

Pero por la noche erraría lejos, lejos,
dejaría que cayera mi cascada de rizos,
saltaría aérea sobre el trono y jugaría
con los tritones entre las rocas;
correríamos de aquí para allá, escondiéndonos y buscándonos
sobre los altos y ondulados terrenos marinos en los lechos carmesí,
cuyos plateados riscos se asoman al mar.

Pero si alguien se acerca gritaré
y como una ola saltaré desde las cornisas plateadas
que sobresalen de lo profundo.
Porque a mí no me besaría cualquiera de los atrevidos y
alegres tritones del fondo del mar;
ellos me seguirían y me cortejarían y me halagarían
en el ocaso púrpura del fondo del mar.

Pero el rey de todos ellos sí podría raptarme
y cortejarme, ganarme y casarse conmigo,
entre las ramas de jaspe del fondo marino.
Entonces todos los seres que están en los traslúcidos musgos
del fondo oceánico, se enroscarán silenciosamente
a mis pies de plata, mirando hacia arriba, buscando mi amor.
Y cuando yo cantara alegremente desde lo alto,
todos los seres blandos, ahorquillados y con cuernos
se asomarían a la honda esfera del mar
y mirarían abajo buscando mi amor.

De Alemania a la Argentina

16 de agosto de 1920

Charles Bukowski

Charles Bukowski


17 de agosto de 1891

Oliverio Girondo

Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.

Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma,
la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.

Asistir a los cursos de antropología,
llorando.
Festejar los cumpleaños familiares,
llorando.
Atravesar el África,
llorando.

Llorar como un cacuy,
como un cocodrilo…
si es verdad
que los cacuyes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.

Llorarlo todo,
pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz,
con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo,
por la boca.

Llorar de amor,
de hastío,
de alegría.
Llorar de frac,
de flato, de flacura.
Llorar improvisando,
de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

Filosofía del Amor

Banks of the Seine at JenfosseLas fuentes se unen con el río
y los ríos con el Océano.
Los vientos celestes se mezclan
por siempre con calma emoción.
Nada es singular en el mundo:
todo por una ley divina
se encuentra y funde en un espíritu.
¿Por qué no el mío con el tuyo?

Las montañas besan el Cielo,
las olas se engarzan una a otra.
¿Qué flor sería perdonada
si menospreciase a su hermano?
La luz del sol ciñe a la tierra
y la luna besa a los mares:
¿para qué esta dulce tarea
si luego tú ya no me besas?

Feliz cumpleaños Percy Bysshe Shelley.