Tres días de tres de enero

3-enero-2013

Debió ser atracción, lo siento hasta en los huesos. No sé porque motivo me visitaste en mis sueños. No sé nada de ti, a parte de tu nombre, algunos gustos canallas y una belleza física que aunque no se igualaría a Adonis, ante algunos mortales no pasaría desapercibida.

Nunca nos conocimos más allá de las referencias y viceversa. Sin embargo, compartimos un amor, un amor que al sol de este día de enero, impidió una amistad entre nosotros. Irónicamente nos desprecia a ambos, así de efímera y contradictoria es la vida.

En mi sueño íbamos juntos con nuestras amigas y varios equipajes, caminábamos sin rumbo entre cervezas, cigarrillos y risas. Finalmente, llegamos a un lugar donde tú y nuestra amiga se separarían de nosotros, con una expresión triste dije un «Pero ya no nos volveremos a ver…»  tú viniste donde mí, colocaste una mano sobre mi espalda, me besaste y con la otra acariciaste un poco mi mejilla. Solo dijiste «Nos veremos».


3-enero-2014

Coincidencias o serán quizás sueños chicos. Hace un año exactamente de tu última visita. En la tarde me dirigí hacia aquel lugar donde para mi sorpresa estaba él, el amor de nuestro duelo y el que ni siquiera una mirada directa, un saludo, sonrisa o estrechón de manos fue capaz de dar.

Pudo más la cobardía y el rencor. Andará por su mundo alardeando de grandeza, y que ella le acompañe hasta el final de sus días. Yo por mi parte, me entrego a las dudas, me cobijo en los miedos y contemplo los quizás.

Será que por la vía de los sueños quisiste advertirme de este encuentro. Será que tu interior dejó a un lado el odio, yo que sé. No sé si hacer una historia de esto, sólo te doy las gracias porque hoy crecí un poco más, viejas personalidades al final se desprenden de mí y ha sido gracias a ti.


3-enero-2015

Otra ronda a tu lado, la luna de anoche bajó un poco más y dormí en paz. Me fui con mi soledad y aquí los sueños son diferentes, no les temo, me puedo despertar cuando lo deseo. Soy como un perro de Pávlov; me he condicionado.

Quizás partí buscando la vida o buscando la muerte, eso ni yo lo sé, pero aquí estoy y hoy es tres de enero y me desperté con una nueva visita tuya, como viejos amantes. Me da pavor desempolvar el sueño y las pasiones. Al despertar te fuiste igual que el unicornio azul.

Se debe tratar de esto, algún pecado cometimos y algún dios enfurecido nos condenó. Es lo que hay y es lo que nos toca. Veremos que llegará al final, si la mano o el puñal. Yo por mi parte esté en dónde esté siempre esperaré tu visita cada tres de enero.

Érlik

Cyprès – Frimaire – 2013

.

Montes Urales, Siberia

.

Estoy rodeado de pantanos, lagos y ciénagas, todo este bioma me resulta encantador y placentero. El frío es excitante, así como la blanca nieve. Blanca como el simiente espeso que segregó vuestro soberano aquella noche que me poseyó.

Desde esa noche no sé de mí, fue un proceso de inmersión el cual dejó un nombre grabado en a mi piel; Érlik. Loado seáis en todas las lenguas que existen.

Muchos huyen de tu presencia, pocos se atreven a pronunciar tu nombre, mas yo me regocijo al vocalizarlo y en nuestro lecho ansío y espero tu compañía.

Érlik Khan