A menudo se nos dice, y se lee por todos los libros de psicología y los tweets de los sabios, que para poder sanar o crecer como personas tenemos que aprender a perdonar. Pero ¿Es obligatorio perdonar? Vamos a hablar brevemente sobre esto hoy y si me lees me gustaría conocer tu opinión.
Desde una perspectiva diferente, podemos concluir que articular la ira que sentimos hacia alguien o algo, es un proceso de sanación más real y asequible que el perdón y el olvido (si es que este último de verdad llegara a nosotros). Ese odio que se siente hacia la persona que nos hizo un daño o nos marcó de forma significativa, en cierta manera, nos mantiene alertas y en un estado de vanguardia constante, permitiéndonos ser más proactivos e incluso se podría manifestar una evolución en nosotros como humanos.
Perdonar algo, o a alguien, nos va a enfrentar a un ciclo de culpa y vergüenza que en algunas personas se ubica como una especie de recordatorio perpetuo y siempre lo enfrenta ante un dolor que no da visos de tranquilidad, sino que perpetúa un estado cíclico de tristeza y depresión. Muchos de estos ciclos se transforman en círculos viciosos en los que muchas personas se acostumbran al dolor, al engaño o a cualquier otra calamidad, ya sea por la culpa a la que los llevó el perdón o porque este mencionado acto perpetúa las inseguridades y traumas más oscuros de muchos de nosotros.
En múltiples casos lo que realmente sentimos (ira, odio, rencor) no es socialmente aceptado y no no lo permitimos sentir. Como sociedad glorificamos a la «persona inteligente emocional» y no pensamos en las consecuencias que esto trae para nuestra propia salud mental al reprimir lo que de verdad sentimos e intentamos sentir y pensar como personas best seller que nos venden los medios.
Como personas, todos estamos en nuestro pleno derecho de no estar de acuerdo con que nos maltraten y en sentir repudio hacia una persona o situación que nos maltrate o humille. Por lo tanto, si sentimos rencor, ira, odio o cualquier otro sentimiento que nos obligan a reprimir por medio a las consecuencias sociales, debemos abrazarlos y estar conformes con ellos. Si con el paso del tiempo estos sentimientos desaparecen estupendo, pero si no, no pasa nada.
No somos monstruos por sentir todas estas cosas, al contrario sentirlas nos hace ser más humanos.